Cuando comience a instruir a su niño a hablar con cortesía, deberá dar ejemplos claros de lo que ha sido la voz de queja de su hijo en contraste una voz de cortesía, de los suspiros de su hijo en contraste una mirada de respeto, de las palabras irrespetuosas en contraste a las palabras que honran a un padre. Piense en las palabras que le puede enseñar a su hijo, dichas en el tono de voz correcto, y acompañadas de una expresión facial correcta. Será sabio de su parte y para bien de su hijo que no
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